Cinismo. Que bonita palabra para describir al Partido Popular y a su "líder", Mariano Rajoy. Deberíamos ser un poco consecuentes con nuestros actos, y no echar las culpas a los de fuera, y es que desde la dolorosa segunda derrota de Rajoy en las elecciones generales de 2008, el PP ha entrado en una profunda crisis de la que creyeron salir después de celebrarse el congreso del partido en Valencia. Pero la verdad (aunque duela) es que esta crisis aun sigue vigente en el partido, y cada vez se acentúa más. Los últimos escándalos, los casos de espionaje en el PP de Madrid y los casos de corrupción de dos alcaldes del PP, en concreto del ex-alcalde de Majadahonda y el alcalde de Boadilla, que finalmente dimitió. Por supuesto, quiero dejar claro que no estoy insinuando, ni cayendo en la demagogia de aplicar estos casos concretos y aislados de corrupción a la dirección central del partido, o a sus militantes.
Ante todos estos sucesos, el PP está empezando a preocuparse por su imagen como partido, y en lugar de centrarse en solucionar sus problemas, o reconocerlos (la palabra “reconocer” parece ser que está prohibida en política) se centra en lanzarle la bola a otros, inventarse conspiraciones y criticar al gobierno.
Nada más lejos de la realidad señores, y es que solo hizo falta ver la entrevista a Rajoy este lunes en los informativos de Antena 3. En un primer lugar dar la enhorabuena tanto a Mariano Rajoy y a Gloria Lomana por su excelente interpretación en la entrevista, de hecho si de mi dependiese cambiaria las nominaciones a mejor actor y actriz, y además de nominarlos, les daría el Oscar. Penélope retírate. Pero a parte de la bonita coreografía llamada debate, muchos más cosas llamaron la atención. La primera lo dicho anteriormente, Rajoy quiso dejar claro que hay una conspiración contra el partido, Gloria Lomana fue al grano y le preguntó si creía que esto venía por parte del PSOE. Aunque Mariano no lo afirmó, la respuesta quedó bastante clara (que aunque sea hombre sé leer entre líneas), por tanto estamos no por primera vez, y desde luego no por última, ante la paranoia del PP de que el PSOE conspira contra ellos. En segundo lugar las críticas al PSOE. Cuando le hacían una pregunta se salía por las ramas, si le preguntaban por los casos de corrupción contestaba cosas del tipo: “el PSOE también”, como los niños.
La tercera cuestión, y la pongo después de un punto y aparte porque fue en el momento en que le tiré una botella vacía que tenía a mano a la pantalla del televisor, fue la contradicción. Vamos, no es nada nuevo hablar sobre las contradicciones del PP en todos los aspectos, porque primero dicen blanco y luego negro (según soplen los vientos). Cuando Gloria Lomana le pregunta “¿Cuál es su predicción ante el paro?”, Rajoy contesta que no es adivino, pero que si va a decir unas cuantas medidas que él llevaría a cabo. Comienza a enumerarlas hasta que suelta (sí no lo dijo, lo soltó, ¡lo espetó!) “haría planes muy austeros”. Poniéndoles en antecedentes: Hace unos meses cuando se presentaron los presupuestos generales del Estado, el PP criticó estos planes según ellos por ser “muy austeros”. ¿En qué quedamos? ¿Negro, blanco? Da igual…si el caso es criticar, y que luego les cueste entender porque llevan 6 años sin el gobierno…
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